sábado, 19 de junio de 2010

Rachel Joy Scott






Rachel Joy Scott
Es difícil encontrar a Dios por entre los pasillos (…), la duda es una parte del viaje del hombre, pero no pierdas la Fe” - Rachel Joy Scott
El 20 de Abril de 1999, el mundo presenció atónito una de las masacres más inexplicables y grotescas de la historia. Un par de jóvenes, armados con armas de grueso calibre entraron a la Escuela Secundaria de Columbine en Littleton, Colorado, y abrieron fuego.
Eric Harris de 18 años de edad (apodado Reb) y Dylan Klebold de 17 años de edad (Vodka), entraron en la escuela, de donde eran alumnos, aarmados con 2 escopetas, una de ellas recortada, una carabina Hi-Point 9 x 19 mm, una Tec 9 semiautomática y pistolas de bajo calibre, 30 granadas caseras de mano, bombas llenas de clavos y un tanque de propano equipado con explosivos, disparando indiscriminadamente en la cafetería y pasillos de la escuela.
El resultado fue la muerte de 12 estudiantes adolescentes, un profesor, y el suicidio de los autores de la matanza.
Conmemoraban de esta manera el 110ª aniversario del nacimiento de Adolf Hitler.
Entre las víctimas se encontraba Rachel Joy Scott, de tan solo 17 años.
Rachel había nacido el 5 de agosto de 1981. Conocida por todos por su profunda devoción a Cristo era integrante y líder juvenil en la West Bolles Community Church, una congregación bautista local .
“Naciste para la cámara” solía decirle su padre. Rachel se destacaba en literatura, música y teatro.
Rachel estaba sentada sobre la hierba al frente de la cafetería de la escuela, junto a su amigo Richard Castaldo.
Uno de los asesinos, vestido con un largo saco negro, se acercó imprevistamente y extrajo su poderosa arma.
Sabiendo de la profunda creencia por Jesucristo que tenía Rachel, le apuntó con su arma directo a la cara y gritó burlonamente:
- ¿Y… aún crees en Dios?
- Sí, creo en Dios!- respondió Rachel con voz fuerte, al tiempo que los demás estudiantes corrían a esconderse debajo de los pupitres, detrás de los árboles o cualquier lugar.
Fuera de sí y sintiéndose afrentado y lleno de ira el asesino gritó
-¡¿Qué?!-
Inmediatamente disparó a la cabeza de Rachel, luego sobre su pecho, su brazo y su pierna. Ella murió en el acto.
Su ejemplo en la vida transformó su muerte en un avivamiento que hizo vibrar la comunidad estudiantil evangélica a lo largo y a lo ancho de todo Estados Unidos.
Su testimonio fue de inspiración para muchos jóvenes que fueron motivados para hablar del Señor.
Rachel Scott, una simple y consagrada joven de Fe se había transformado en mártir.
Esto dicen algunos de los poemas escritos por Rachel:
“¿Que pasaría si murieras hoy? ¿Qué sería de Ti? ¿A donde irías?
No tienes asegurado el mañana, es solo una chance. Y puede que no la tengas. Y después de la muerte ¿Qué ? ¿Donde piensas pasar la eternidad? La Eternidad está en tus manos, ¡Elige!” – Rachel Joy Scott
“Ve tras Dios. Dondequiera que quiera llevarte, ve. Y no pongas la excusa, “Solo soy un adolescente” o “lo hare cuando crezca”, porque no es así como funciona. Dios quiere conocerte AHORA!.” - Rachel Joy Scout