Karl Barth es reconocido como uno los teólogos protestantes más influyentes del siglo XX. Además de su labor como pensador y pastor cristiano, se destacó por su férrea oposición a la nazificación de
Karl Barth nació en Basilea, Suiza, el 10 de mayo de 1886. Pasó su niñez en Berna, bajo la tutela de su padre, Fritz Barth, ministro y profesor de Teología e Historia de
Entr
En 1909 inició su labor ministerial asignado a
En 1913 se casó con Nelly Hoffman, con quien tendría cinco hijos.
Entre 1921 y 1925 se desempeñó como profesor de Teologia en Göttigen y luego en Münster hasta 1930. En ese año fue nombrado profesor titular de
Oposición al Nazismo
Esteban López* escribe sobre este aspecto:
En 1934 (Barth) escribió un ensayo (Nein! Antwort an Emil Brunner-¡No! Respuesta a Emil Brunner), en el que denunciaba a los antisemitas “Cristianos Alemanes,” que intentaban pervertir el cristianismo histórico por medio de adaptar la teología a la nueva ideología nazi. Mientras el lema de éstos era “Cristo y Hitler”, Karl Barth interviene decisivamente oponiendo el señorío absoluto de Cristo en su doctrina de la relación Iglesia-Estado.
Desde la ascensión de Hitler al poder, Barth mantuvo una verdadera lucha por la iglesia.
Contra los esfuerzos del régimen nazi de establecer una iglesia ‘cristiana alemana’, Karl Barth funda junto con otros (Dietrich Bonhoeffer) la llamada Iglesia Confesante como reacción vigorosa e indignante contra el régimen nazi.
En 1934 tiene lugar el Sínodo de Barmen, cuya Declaración, preparada por Karl Barth, expresa la convicción de que el único modo de ofrecer resistencia a la secularización y paganización de
Aunque era ciudadano suizo, Karl Barth no pudo ser inmune a la persecución; su rechazo a una alianza incondicional con el Führer le costó en 1935 la cátedra de teología en Bonn.
Sin embargo, rápidamente le fue ofrecida la cátedra de teología en su ciudad natal, Basilea.
Desde entonces hasta el final de la guerra, Karl Barth continuó luchando por la causa de
Pensamiento teológico
La ideología de Karl Barth es característicamente independiente. Su teología propone una vuelta a las ideas fundamentales de
Esteban López* resume: “en su trato con
Barth consideraba que la teología liberal de
El primer acercamiento de Karl Barth a escritura teológica fue un volumen de “Christian Dogmatics”, publicado en 1527, considerado por el propio Barth como un paso en falso.
En tanto se dedicaba a la investigación se encontró con lo que él llamó “una brecha” (de conocimiento). Estaba estudiando sobre la obra de Anselmo de Canterbury cuando descubrió en “la fe que buscaba Anselmo”, que la teología no se justificaba por criterios externos sino que tenía su propia racionalidad y coherencia interna en la figura de Jesucristo.
Este hallazgo le proporcionó la base y la confianza para estudiar y teorizar sobre el Evangelio, basado en el hecho que
Este fue el puntapié para su obra cumbre, “The Church Dogmatics”, un enorme trabajo editado en cuatro volúmenes de entre dos y cuatro tomos cada uno.
En este trabajo, que no pudo concluir ya que falleció cuando trabajaba en un quinto volumen, se expresa toda la visión teológica de Barth, una perspectiva que si bien constituyó un aporte invalorable a la teología del siglo pasado, mantiene aún hoy en día defensores y detractores, especialmente en cuestiones vinculadas a su concepción de las Escrituras, sobre si son “
Su posición acerca de la predestinación, pero de manera diferencial con Calvino, también ha convocado a más de una controversia. Para Barth todos los hombres están predestinados a ser salvos. Entonces ¿Para que esforzarse en predicar? a lo que Barth responde: “Para que puedan agradecer a Dios y llevar una vida conforme a Cristo”.
Probablemente se deba considerar la época de Barth y las corrientes de pensamiento con las que le tocó lidiar para poder comprender el énfasis en ciertos aspectos de sus propuestas teológicas y la esencia de su ideología.
Otros trabajos:
Además de los ya nombrados, publicó otros libros como “The Word of God and the Word of Man”, “Credo”, “Evangelical Theology, an introduction” y más.
Ultimos Días
Su gran labor como pensador y defensor de las libertades, sobre todo en su oposición al nazismo, lo transformó en uno de los grandes referentes del Protestantismo.
En 1948 había realizado el discurso inaugural en
Entre sus grandes preocupaciones, sobre todo a partir de la postguerra, estuvo el deseo de la unidad de los cristianos (ver)
Retirado como profesor de